El país enfrenta una oportunidad crucial e histórica, pues posee un exquisito potencial de reservas de cobre estimadas en 90 millones de toneladas
En medio del imperante panorama global de transición hacia fuentes de energía más sostenibles y renovables, el cobre emerge como un recurso fundamental que es esencial en la conducción eléctrica y desempeña un papel clave en la consecución de los ambiciosos objetivos de descarbonización planteados por diversos gobiernos.
Líderes mundiales han reconocido la urgencia de migrar hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, con el fin de reducir las emisiones de carbono y mitigar los efectos del cambio climático. En este contexto, el cobre se erige como un recurso imprescindible en la infraestructura necesaria para hacer efectiva esta transición.
Compañías mineras tienen un rol protagónico en la transición energética global
Para José Antonio La Rosa, Co fundador de la consultora SUPERA, el Perú enfrenta una oportunidad crucial e histórica, pues posee un vasto potencial de reservas de cobre estimadas en 90 millones de toneladas y valorizadas en más de 800 mil millones de dólares. Sin embargo, la producción actual de cobre en el país, según cifras del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), se sitúa en 223,178 toneladas, evidenciando una brecha significativa entre la oferta y la creciente demanda proyectada.
Así, el experto señala que es en este escenario que las empresas mineras desempeñan un papel relevante no solo en la transición energética y la descarbonización, sino en la economía a nivel mundial. “Las compañías mineras no sólo son responsables de la extracción del cobre necesario para estas tecnologías, sino que también tienen la oportunidad de liderar iniciativas que impulsen el desarrollo sostenible y la mitigación de los impactos ambientales asociados a la minería”, sostuvo La Rosa.
Bajo esta coyuntura, el Perú tiene la posibilidad de liderar la producción de cobre y convertirse en un actor destacado en la transición energética global; sin embargo, para lograrlo, tanto las autoridades, la población y las compañías minero extractivas deberán trabajar de la mano para combatir un enemigo en común: la pobreza en el país que trae consigo la falta de infraestructura de carreteras, salud, educación, seguridad y conectividad digital en las comunidades aledañas prioritariamente.
Y es que, el desarrollo de la minería no solo tiene un impacto en la transición energética, sino que también se posiciona como una herramienta clave frente a los problemas macroeconómicos del país. La generación de empleo, la atracción de inversiones extranjeras y el impulso de la infraestructura son algunos de los beneficios tangibles que podrían derivarse de un enfoque estratégico en el sector minero.
Finalmente, el ejecutivo de SUPERA destacó la importancia de definir estrategias que aceleren y destraben la ejecución y exploración de proyectos mineros en el Perú. Que se empoderen a las compañías mineras en diferentes dimensiones, en cuanto a lo legal, político, social y laboral.
Es importante que en los Directorios y alta gerencia de las empresas extractivas se tenga muy presente a los stakeholders, en especial las comunidades aledañas” para que desde el momento cero se inicie una relación de respeto y de verdadero compromiso por el bienestar general con un crecimiento en la consciencia y enfoque en la sostenibilidad.
“En el Perú la industria minera ha transformado su compromiso con la comunidad y el medio ambiente, invirtiendo en iniciativas que van más allá de la extracción de minerales, centrándose en el bienestar comunitario y la sostenibilidad ambiental. La minería peruana también ha adoptado innovaciones tecnológicas, como la automatización y la digitalización, para mejorar eficiencia y seguridad, transformando así las operaciones mineras de manera significativa”, puntualizó La Rosa.