Una inversión conjunta de US$ 2,019 millones será destinada a 33 proyectos de transmisión eléctrica actualmente en construcción en distintas regiones del país, anunció el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), a través de su Dirección General de Electricidad (DGE). Estas obras, que deberán entrar en operación comercial antes de enero de 2029, están orientadas a garantizar la confiabilidad del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN) y mejorar la calidad del servicio eléctrico para la ciudadanía.
Del total, 29 proyectos corresponden a líneas de transmisión y subestaciones, que concentran una inversión de US$ 1,119 millones. Otros dos proyectos se enfocan en el reforzamiento de infraestructura eléctrica con un presupuesto de US$ 25 millones, y los dos restantes son ampliaciones de la red energética del país, con una inversión de US$ 63 millones.
Entre los proyectos destacados figura el “Enlace 500 kV La Niña – Piura”, con una inversión de US$ 146,3 millones, que fortalecerá la transmisión en el norte del país y será clave para el primer tramo de interconexión eléctrica con Ecuador. Asimismo, el “Enlace 220 kV Pariñas – Nueva Tumbes” —que abarca las regiones de Piura y Tumbes— contará con una inversión de US$ 50,8 millones para garantizar un suministro más confiable en Tumbes.
En Lima, uno de los proyectos relevantes es el “Refuerzo 1 Línea de Transmisión Chilca – La Planicie – Carabayllo”, que con una inversión de US$ 25,2 millones permitirá incrementar la capacidad de transmisión eléctrica en la capital, atendiendo el crecimiento de su demanda energética.
Especialistas de la DGE recalcaron que estas obras no solo buscan asegurar un suministro eléctrico estable y de calidad, sino que también constituyen un impulso directo al desarrollo económico e industrial en todo el país. La mejora en la infraestructura energética contribuirá al dinamismo de actividades comerciales, productivas y de servicios, impactando positivamente en la calidad de vida de millones de peruanos.
Desde el MINEM se subraya la importancia estratégica de estos proyectos en el contexto de una demanda energética en aumento, ya que permitirán atender de manera eficiente y sostenible el crecimiento económico de las regiones y garantizar un acceso equitativo a la energía.