La minería subterránea está ganando terreno debido a su enfoque en la sostenibilidad y altos estándares de seguridad. Carlos Leigh, CEO para América Latina de DSI Underground, compartió con BNamericas las innovaciones y desafíos en este sector. DSI Underground, perteneciente a la sueca Sandvik, tiene presencia en varios países de América Latina y se especializa en obras subterráneas y construcción de túneles.
Leigh explicó que la minería subterránea en América Latina está en auge, especialmente en la extracción de metales como oro, plata y cobre, debido a los precios del mercado. En Chile, un país sísmico, las operaciones profundas implican riesgos adicionales, lo que ha llevado a DSI Underground a desarrollar sistemas de anclaje que absorben la energía liberada durante los estallidos de roca, una preocupación constante en estas minas.
La automatización y la optimización de los sistemas de ventilación han permitido que proyectos como Chuquicamata Subterránea y Ministro Hales de Codelco, Los Bronces Integrado de Anglo American y posiblemente Escondida de BHP, reduzcan su impacto ambiental y aumenten la producción. Estos avances tecnológicos también mejoran la seguridad y eficiencia en las operaciones mineras.
DSI Underground trabaja en proyectos en Chile, Argentina, Brasil, Colombia y México, asegurando un suministro constante y productos competitivos gracias a sus plantas productivas en la región. La integración con Sandvik permite a DSI ofrecer productos innovadores y maquinarias diseñadas para mejorar la operación y la seguridad con sistemas autónomos y eléctricos.
Leigh subrayó que la minería subterránea, aunque más costosa al inicio, puede resultar más económica a largo plazo debido a su enfoque en la circularidad y sostenibilidad. DSI utiliza acero verde reciclado, lo que permite un control trazable del material, creando una cadena circular donde el acero usado en las minas se recicla y se reintegra en nuevas operaciones mineras.
La minería subterránea también enfrenta desafíos regulatorios. En Chile, los permisos para proyectos subterráneos tienen la misma complejidad que para proyectos a cielo abierto, lo que puede ralentizar las inversiones. En México, la propuesta del presidente López Obrador para prohibir la minería a cielo abierto está siendo revisada, lo que podría impactar las futuras operaciones mineras.
A pesar de estos desafíos, la demanda de metales y las innovaciones tecnológicas están impulsando el crecimiento de la minería subterránea. Leigh enfatizó la importancia de la seguridad y la eficiencia en estas operaciones, señalando que mantener a los trabajadores seguros es crucial para la continuidad y éxito de los proyectos mineros.
Finalmente, Leigh señaló que la minería representa actualmente entre el 80% y el 85% del mercado de DSI, una cifra que ha aumentado debido a la ralentización de proyectos civiles por la pandemia. La minería subterránea sigue siendo una opción viable y cada vez más popular, destacándose por su sostenibilidad y capacidad de adaptación a las condiciones geológicas y de mercado.