En medio de la actual recesión económica que afecta al Perú, Roque Benavides Ganoza, presidente del directorio de Compañía de Minas Buenaventura, destaca el papel fundamental de la minería formal como impulsor del crecimiento económico, generador de empleo y proveedor de recursos para el Estado.

En una columna publicada en un reconocido diario, Benavides enfatizó que es la minería formal la que protege el medio ambiente, practica la responsabilidad social y contribuye significativamente con los impuestos al país.

Según el especialista, los beneficios de la minería formal van más allá de lo económico. “Los proyectos mineros justifican la construcción de infraestructura, como carreteras, hospitales, escuelas, electrificación e Internet, entre otros”, señaló.

Benavides Ganoza compartió las iniciativas implementadas por la Compañía de Minas Buenaventura, como recircular en promedio el 90% del agua en los procesos, como parte de un enfoque de economía circular y sostenibilidad.

Además, la empresa promueve monitoreos participativos con la población y autoridades, invierte en forestación y construye reservorios para almacenar agua durante la temporada de lluvias y ponerla a disposición de la comunidad, la agricultura y la ganadería durante la sequía. “Esto es lo que llamamos ‘sembrar y cosechar agua'”, agregó.

A pesar de que Perú es el octavo país en el mundo con mayor disponibilidad de agua, un gran porcentaje de agua de lluvia se pierde en el Pacífico o el Amazonas. “La minería, que utiliza solo el 2% del agua, también contribuye almacenando este recurso en las partes altas de las cuencas en beneficio de todos”, explicó.

Benavides rechaza el lema “Agua sí, mina no” y propone “agua sí, mina también”, argumentando que la minería puede y debe ser un actor clave en la gestión responsable del agua.

Asimismo, destaca la complementariedad entre la agricultura y la minería, llamando a la conciencia sobre la importancia de la minería moderna y responsable en la gestión del recurso hídrico en todas las regiones del país.

Por último, hace un llamado a la construcción de reservorios en las zonas altas para aprovechar el agua de lluvia, ya que gran parte de ella termina en el mar cada año.