Un informe reciente de la consultora McKinsey & Company alerta sobre la creciente demanda de metales y minerales esenciales para la transición energética global y cómo esta demanda, junto con los bajos precios de las materias primas, podría provocar una escasez de elementos clave. Esto podría obstaculizar los objetivos de reducción de emisiones.
El informe señala que, para mantener el calentamiento global por debajo de 1.5°C, como exige el Acuerdo de París, las emisiones deben reducirse en un 45% para 2030 y alcanzar cero neto para 2050. Sin embargo, se pronostica una escasez del 20% al 50% en algunos metales de tierras raras y minerales cruciales para las energías renovables, las redes eléctricas y las baterías de vehículos eléctricos.
Las baterías y cargadores para vehículos eléctricos solos podrían consumir más del 50% de todos los elementos de cobalto y tierras raras disponibles y el 36% de los recursos de níquel para 2030.
El informe también destaca que se necesitará un aumento del 76% en el número de minas de cobalto, cobre, litio y níquel para satisfacer la demanda de baterías.
Aunque el reciclaje podría representar el 10% del suministro de minerales como cobre, litio y níquel para 2040, los materiales sustitutos son incipientes.
A pesar de esta creciente demanda, los inversores están reduciendo los fondos para nuevos proyectos mineros debido a los bajos precios de los productos básicos y los largos plazos de entrega para las nuevas minas.
McKinsey sugiere tres enfoques para ayudar a las empresas a abordar esta escasez potencial:
Las grandes empresas de energía pueden expandirse hacia la extracción de metales y minerales esenciales.
Los comerciantes pueden prefinanciar minas junior y ayudar a los productores a acceder a los mercados.
Los productores de metales y minerales pueden fomentar acuerdos de suministro a largo plazo para prefinanciar proyectos.
Este informe se suma a una serie de advertencias sobre la necesidad de invertir en minerales críticos y tecnologías de recuperación de productos básicos, como el reciclaje, para garantizar un suministro adecuado en la transición hacia una economía más verde.