Los principales actores del sector minero peruano se preparan para un nuevo ciclo de crecimiento, de la mano de proyectos emblemáticos cuya construcción y entrada en operación avanzan sin contratiempos. Así quedó evidenciado en el evento Minpro 2025, donde proveedores, ejecutivos y autoridades reafirmaron su confianza en la reactivación del sector.
En ese marco, el ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, expresó su optimismo sobre el proyecto cuprífero Tía María, valorado en US$ 1.800 millones, el cual podría iniciar su fase principal de construcción en el segundo semestre del año. “Es una iniciativa madura que ha tomado decisiones adecuadas. No hay más tiempo que perder”, declaró Montero a RCR.
Tía María, impulsado por Southern Copper, se desarrollará en la región Arequipa y contempla una producción estimada de 120,000 toneladas anuales de cobre. Un punto clave para su viabilidad ha sido el compromiso ambiental y social, que incluye la construcción de un embalse de 50 millones de metros cúbicos en beneficio de los agricultores locales. Actualmente, la represa se encuentra en etapa de prefactibilidad, mientras que los accesos y plataformas del proyecto presentan un 61% de avance. Para 2025, se han presupuestado US$ 200 millones en obras.
Otro de los proyectos con gran expectativa es San Gabriel, desarrollado por la minera peruana Buenaventura en Moquegua. Esta mina subterránea de oro iniciaría su puesta en marcha como máximo en noviembre de este año, según indicó el CEO de la compañía, Leandro García. El proyecto presenta actualmente más del 80% de avance en su construcción.
Con una inversión total revisada al alza —de US$ 650 millones a un rango entre US$ 720 y US$ 750 millones— San Gabriel se perfila como una operación clave, con una vida útil estimada de 14 años. A plena capacidad, se espera que su producción anual de oro esté entre 100,000 y 120,000 onzas. Las pruebas iniciales comenzarían en julio.
Al cierre del primer trimestre de 2025, el proyecto ya había acumulado US$ 505 millones en inversión y un 75% de avance. La compañía apuesta por cumplir su cronograma sin mayores contratiempos, sumando un nuevo activo de alto valor a la minería peruana.
La reactivación de estos proyectos refuerza la imagen de Perú como un destino atractivo para la inversión minera, gracias a su sólida cartera de proyectos, condiciones geológicas favorables y un renovado enfoque en la gestión de relaciones sociales y ambientales. El futuro del sector parece tomar un nuevo impulso, consolidando su papel como motor del crecimiento económico nacional.