Cada año, el Estado peruano otorga alrededor de 4,000 concesiones mineras a nivel nacional, sin embargo, solo un tercio de ellas se traduce en actividades, ya sea de exploración formal o productiva, generando un escenario propicio para la especulación y la informalidad, según informes de Gestión.
El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) reveló que, entre enero y octubre de 2023, recibió 5,741 petitorios mineros a nivel nacional, lo que representa solicitudes para obtener el título de una concesión minera. De estas, el Ingemmet concedió 3,970 títulos de concesiones mineras en dicho periodo, abarcando 1.8 millones de hectáreas en varias regiones del país.
Henry Luna, recientemente designado viceministro de Minas y ex presidente de Ingemmet, explicó que las solicitudes no atendidas tienen restricciones, como ubicarse en zonas arqueológicas o áreas naturales protegidas. En estos casos, se deben notificar a las entidades relacionadas con las restricciones antes de continuar con el trámite.
Aunque el título de la concesión no autoriza actividades per se, confiere al titular el derecho de llevarlas a cabo, siempre y cuando se llegue a acuerdos con las comunidades propietarias del terreno, se obtengan los instrumentos de gestión ambiental necesarios, se realice la consulta previa y se gestionen otras autorizaciones y trámites.
A pesar de la concesión anual de alrededor de 4,000 títulos, solo 1,326 registraron actividad, abarcando 2,281,397 hectáreas, según datos del Ministerio de Energía y Minas (Minem). Entre estas concesiones activas, 715 unidades mineras se dedicaban a la explotación de minerales en 1.6 millones de hectáreas, mientras que 326 realizaban actividades de exploración en 323,574 hectáreas.