El precio del oro experimentó un aumento el lunes, influenciado por la debilidad del dólar y los bajos rendimientos de los bonos. A medida que los mercados aguardan los datos de inflación de Estados Unidos, que se publicarán esta semana, la atención se centra en la Reserva Federal y su postura sobre la política monetaria después del cambio moderado de la semana pasada.
Por la mañana, el oro al contado mostraba un incremento del 0,3%, llegando a 2.023,47 dólares por onza, mientras que los futuros del oro estadounidense subían un 0,1% a 2.037,70 dólares.
La Reserva Federal indicó que la histórica etapa de endurecimiento de la política monetaria de los últimos dos años ha llegado a su fin, manteniendo las tasas de interés estables la semana pasada. A pesar de esto, John Williams, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, se opuso a las crecientes expectativas de recortes de tasas, afirmando que “no estamos hablando realmente de recortes de tipos ahora mismo”. La herramienta FedWatch de CME refleja que los mercados valoran en un 70% la posibilidad de que la Reserva Federal recorte las tasas en marzo.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años se aproximaba a su nivel más bajo desde julio, mientras que el dólar también experimentaba una caída. Este descenso en los rendimientos de los bonos reduce el costo de oportunidad de mantener oro, que no genera intereses.
Ahora, los inversores están a la espera de una serie de datos económicos en Estados Unidos, destacando el índice del gasto en consumo personal (PCE) de noviembre, programado para el viernes.
En el ámbito de otros metales preciosos, la plata al contado ganaba un 0,7%, alcanzando los 23,98 dólares por onza, mientras que el platino mostraba un aumento del 1,1% a 949,80 dólares, y el paladio descendía ligeramente un 0,1% a 1.172,99 dólares.