Ambos se ubican en los primeros lugares del ranking de producción cuprífera y concentran el 40 % de la cartera de proyectos.

En los últimos años, la producción mundial de cobre ha presentado un ascenso significativo debido al aumento de la demanda de este mineral a nivel global. De 2016 a 2020, la producción del metal rojo llegó a 20 millones de toneladas anuales. En 2020, Chile y Perú se ubicaron en el primer y segundo lugar, respectivamente, del ranking de los principales países productores de cobre en el mundo. Nuestro país con el 12 % y el país sureño con el 25 %, concentran cerca del 40 % de proyectos cupríferos a nivel mundial.

En su disertación realizada en la mesa redonda ‘Líderes del sector cuprífero comparten su visión y estrategias’ del 14 Simposium Internacional del Oro, Plata y Cobre organizado por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, el CEO de Minsur, Juan Luis Kruger, manifestó que ambos países sudamericanos cuentan con un destacado potencial en la industria minera, puesto que el cobre desempeña un importante papel en la construcción de un mundo más limpio mediante el uso de energías renovables, la fabricación de paneles solares y vehículos eléctricos y en la utilización de sistemas de transporte ecológico.

Asimismo, lo que buscan las compañías en la actualidad es reducir su huella de carbono, por ende, muchas de ellas se esfuerzan por convertirse en empresas ecoamigables, siendo esto parte de su compromiso por el cuidado del medio ambiente. Además, Kruger agregó que nos encontramos ante una gran oportunidad porque «el cobre tiene un futuro muy promisorio».

Se pronostica que en los años siguientes la demanda del metal rojo se incrementará de forma constante; sin embargo, se prevé que existirá una oferta limitada como consecuencia de la ausencia de proyectos nuevos debido a una inversión menor en estos últimos años. Según proyecciones de expertos, se calcula que en los próximos ocho años la oferta de este valioso metal sufriría un déficit.

Por tanto, el analista de investigación del Royal Bank Plaza (RBC) Capital Markets de Toronto, Sam Crittenden, señaló que la industria minera necesita inversiones valorizadas en USD 100 mil millones aproximadamente hasta el 2030 para poder contrarrestar el futuro déficit de la oferta cuprífera. Este monto estimado de inversión se presenta como un reto para las compañías mineras, las cuales deberán inyectar más capital a los proyectos de explotación de cobre si están interesadas en impulsar el crecimiento de este sector de la economía.

Freeport McMoRan Copper & Gold

La presidenta y CFO de Freeport McMoRan Copper & Gold, Kathleen Quirk, es consciente de que para hacerle frente a la alta demanda de cobre a nivel mundial es imprescindible que la industria minera mejore de manera significativa sus procesos orientándolos hacia una notable productividad, para ello es importante una mayor recuperación del metal en el proceso de lixiviación, así como extender las operaciones de las minas, hacer uso de tecnología y procesos de digitalización, y sobre todo poder tener la certeza de que los gobiernos serán los primeros en promover esta actividad económica encargándose de brindar estabilidad y confianza a los inversionistas para que puedan continuar ejecutando sus proyectos.

Actualmente, esta empresa cuprífera conocida mundialmente se encuentra analizando la ejecución de un trascendental proyecto en Chile, para cuyo desarrollo sería necesaria una fuerte inversión de dinero; sin embargo, su realización estará sujeta a diversos factores, estando la fecha aún por definirse.

Grupo México

Su plan de inversiones para los próximos 10 años está presupuestado en 16 000 millones de dólares, su finalidad es ejecutar una serie de proyectos interesantes en los diversos países donde tienen presencia, tomando como base para esta proyección el pronóstico de la alta demanda del cobre, para lo cual la compañía se ha propuesto incrementar la producción de este mineral.

Así pues, la CFO de Grupo México, Marlene Finny, mencionó que la compañía seguirá invirtiendo en el Perú de manera sostenida a través de Southern Copper, independientemente de los ciclos al alza y baja en el precio del cobre.

Importante posición de Antamina

Por su parte, el actual presidente y gerente general de Antamina, Víctor Gobitz, mencionó que el Perú se encuentra en una posición importante dentro de la actividad minera en el mundo, lo cual le permite cubrir y atender la demanda cuprífera de destacados mercados como el estadounidense y el chino dado que el 70 % de proyectos mineros en el Perú están orientados a la producción de cobre; tomando en cuenta este porcentaje, habría que realizar una inversión de USD 50 000 millones durante los años siguientes.

«La pobreza monetaria del Perú era de alrededor del 20 %, en la pandemia hemos retrocedido 10 % y si el portafolio de proyectos por 50 mil millones de dólares se desarrolla, la pobreza monetaria sería menor del 10 %», acotó Gobitz.

Al mismo tiempo, habló acerca de la importancia de administrar y distribuir de manera eficiente y transparente los recursos que aporta la minería al Estado a través del canon y las regalías, debiendo estos ser utilizados para mejorar los temas de salud, educación, infraestructura, etc. que demanda la población rural para el cierre de brechas sociales en el país.

Además, destacó la importancia de llegar a consensos para reducir y evitar el estallido de conflictos sociales, haciendo énfasis en conseguir acuerdos que permitan el bienestar y progreso de las comunidades, siendo esta la base para lograr un desarrollo notable de la industria cuprífera en nuestro país.

 Una actividad económica a largo plazo

Por su parte, el ex presidente del directorio de la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco), Juan Benavides, indicó que la industria minera es una actividad económica a largo plazo que requiere de certeza jurídica, estabilidad política y claridad en los derechos.

Además, señaló que una legislación endeble que no brinde confianza a la inversión privada no permitirá el adecuado desarrollo de la industria minera en Perú, Chile o cualquier otro país en el mundo.

«En Chile la minería está ligada al desarrollo económico desde los años 80, la producción de cobre se multiplicó por 5 y ello se produjo por la incorporación de la minería privada», puntualizó Benavides.