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‘Desde el inicio de nuestras operaciones en el 2016, hemos tenido más de 467 días de bloqueo. En lo que va de este año ya son 47 los días de bloqueo’, afirmó el gerente de Asuntos Legales de la minera.

La paralización de las operaciones de la minera Las Bambas tras el ingreso de los comuneros de Fuerabamba a sus instalaciones, representa un importante impacto económico para nuestro país, pues se ha dejado de exportar USD 9,2 millones diarios.

Cabe recordar que el pasado 14 de abril los comuneros ingresaron a la unidad minera MMG Las Bambas, cuya área de operaciones constituye un riesgo muy alto para la integridad física de cualquier persona que no labore allí; por lo tanto, la empresa se vio forzada a paralizar su producción de cobre como una forma de salvaguardar la seguridad de todos los trabajadores, pero también de los miembros de la comunidad.

El gerente de Asuntos Legales de la minera, Claudio Cáceres, brindó algunos datos sobre las repercusiones económicas que el conflicto social en la región de Apurímac ha generado para el país, en tal sentido, el especialista aseveró que ‘el año pasado Las Bambas pagó por concepto de impuesto a la renta más de S/. 600 millones. De eso, el 50 % se distribuyó a favor de la región Apurímac y los gobiernos locales. Adicionalmente a ello, entre el 2016 y 2022 se pagó por concepto de regalías mineras más de S/. 1 500 millones. Hasta el momento vamos dejando de exportar USD 9,2 millones diarios’.

Actualmente, Las Bambas emplea a 8 000 trabajadores de manera directa e indirecta, sin embargo, de acuerdo a un estudio realizado por la consultora económica Macroconsult, las actividades de la minera producían 75 000 puesto de trabajo inducidos. Con base en esta información, son miles de familias las que se estarían viendo afectadas por este conflicto, las cuales dependen del funcionamiento de la minera.

De acuerdo a lo mencionado, desde que empezaron las operaciones en Las Bambas (año 2016), la minera afirma haber contratado bienes y servicios a empresarios de la misma comunidad de Fuerabamba por un monto aproximado de más de S/. 300 millones, y de un estimado de S/. 1 500 millones de las regiones de Apurímac y Cusco.

Concerniente al origen del conflicto, los comuneros sostienen que la empresa ha incumplido los compromisos acordados, es por ello que decidieron volver a poseer sus tierras; pese a lo mencionado, la minera afirma que las tierras donde opera la compañía le fueron transferidas y que en la actualidad figuran a su nombre. El presidente de la comunidad ha indicado que la zona donde fueron reasentados no tiene saneamiento físico legal y que además, fueron desalojados por las comunidades de Chila y Choaquere.

Sin embargo, otro es el discurso que maneja la minera, pues esta asevera que los predios de Chila y Choaquere, sobre los cuales se ha construido Nueva Fuerabamba, están inscritos a nombre de la comunidad y se encuentran adecuadamente saneados. También menciona que se habría suscitado la invasión de estos terrenos por parte de Chila y Choaquere, que son las comunidades a las que se les compró estas áreas, y que por lo tanto, no se habría generado un desalojo de tierras como afirma la comunidad de Fuerabamba.

Por su parte, el ministro de Energía y Minas se trasladó a la zona para analizar las circunstancias y ofreció crear una comisión para verificar esta situación y sostener un diálogo con las comunidades involucradas en el problema (Chila y Choaquere), con la finalidad de que se puedan tomar acuerdos beneficiosos y lograr un entendimiento entre todos los involucrados. Las Bambas ha expresado su disposición de participar en esta comisión.

La empresa está esperando que se pueda retomar el diálogo y llegar a acuerdos que les permitan reiniciar sus operaciones de manera sostenible, puesto que tienen planeado invertir USD 2 000 millones en los próximos años. Esperan que se pueda volver a la estabilidad y seguridad para así poder continuar con las inversiones en el país