En el Perú, la paralización de dos destacados proyectos mineros, Conga en Cajamarca y Tía María en Arequipa, por conflictos sociales, representa un desafío para la economía, a pesar de su potencial impacto positivo.
Tía María, proyecto de cobre liderado por Southern Perú con una inversión de aproximadamente US$1,400 millones, enfrenta resistencia de los habitantes del valle de Tambo, quienes alegan un impacto negativo en la agricultura. A pesar de contar con la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), el proyecto permanece en pausa debido a protestas impulsadas por extorsiones de pseudo líderes.
El proyecto Conga, a cargo de Newmont Yanacocha, destinado a la extracción de oro y cobre con una inversión que supera los US$4,800 millones, fue suspendido en 2011 debido a protestas ciudadanas que alegaban daños a lagunas cercanas. Aunque contaba con un EIA, la paralización persiste.
Víctor Gobitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), destaca la importancia de mesas de diálogo que impulsen la concreción de Tía María y Conga. Subraya la necesidad de un esfuerzo conjunto y respaldo de las autoridades a nivel local, regional y central.
En un llamado a la acción, Gobitz destaca que la reactivación de ambos proyectos podría tener un impacto significativo en la economía peruana, estimando un aumento de casi 1.5 puntos en el PBI. Además, se crearían alrededor de 10,000 puestos de trabajo durante la fase de construcción, generando indirectamente ocho empleos por cada posición directa en minería.
Raúl Jacob, vicepresidente de Finanzas y director financiero de Southern Perú, asegura que Tía María está lista para avanzar y dinamizar tanto a Arequipa como a la economía nacional. Destaca que la armonía en el trabajo de los proyectos mineros genera un panorama propicio para la llegada de capitales y contribuye a la dinámica económica de la región.
En 2022, la recaudación minera en Perú alcanzó los S/15,848 millones, según el Ministerio de Energía y Minas. El Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) proyecta que, para el año 2033, la demanda mundial de cobre alcance los 33 millones de toneladas.