El precio del cobre continuó su descenso por séptima sesión consecutiva el martes, alcanzando su nivel más bajo en tres meses y medio, influenciado por las crecientes preocupaciones sobre la demanda en China, el principal consumidor mundial del metal. El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) caía un 0,5%, situándose en 9.167 dólares por tonelada, después de haber tocado los 9.115 dólares, su mínimo desde el 3 de abril.

Dan Smith, de Amalgamated Metal Trading, destacó que la demanda china ha sido débil durante un tiempo, señalando dos factores principales para la caída de los precios: la decepción generada por el tercer pleno del Partido Comunista chino y los modelos de negociación algorítmica que han activado señales de venta. El pleno de la semana pasada, una reunión política clave, no logró establecer nuevas políticas para estimular la demanda de metales, lo que contribuyó al mayor desplome diario de las acciones chinas en seis meses.

Además, en medio de un consumo interno moderado, los productores chinos de cobre despacharon en el mes pasado una cifra récord de 157.751 toneladas, lo que aumentó las existencias en los almacenes registrados en la LME y deprimió los precios. Las existencias de cobre en la LME subieron a 236.700 toneladas, el nivel más alto desde septiembre de 2021, impulsadas por la entrega de 2.350 toneladas a dos almacenes asiáticos cercanos a China.

En otros metales básicos, el aluminio subía un 0,4%, situándose en 2.307,50 dólares la tonelada. Por otro lado, el zinc perdía un 1,4%, llegando a 2.689 dólares; el plomo bajaba un 0,7%, a 2.068,50 dólares; el estaño caía un 2,3%, situándose en 29.215 dólares; y el níquel disminuía un 0,7%, a 16.080 dólares.

La situación actual refleja una combinación de factores económicos y políticos que están afectando no solo al cobre, sino a varios metales básicos en el mercado global, con la demanda china desempeñando un papel crucial en la tendencia a la baja de los precios.