El precio del oro retrocedía el martes después de una fuerte subida en la sesión previa, en medio de un aumento en el apetito por el riesgo y el repunte de los rendimientos de los bonos. Los inversores se mantienen alerta ante los próximos datos de inflación de Estados Unidos, que se publicarán esta semana.
El oro al contado alcanzó los 1.865,19 dólares la onza, su nivel más alto desde el 29 de septiembre, pero luego descendió un 0,2% a 1.856,68 dólares a las 1032 GMT.
Por otro lado, los futuros del oro estadounidense experimentaron un incremento del 0,3%, llegando a 1.870,20 dólares.
La jornada anterior, el oro había experimentado un alza cercana al 1,6%, su mayor incremento en un solo día en cinco meses, debido a los enfrentamientos militares entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, lo que impulsó la demanda de activos refugio.
Según Craig Erlam, analista senior de mercados de OANDA, los mercados permanecen atentos a cualquier señal de escalada en el conflicto y a eventos que puedan desarrollarse en los próximos días. Sin embargo, hasta el momento, parece que los mercados se han estabilizado.
Erlam añadió que el oro ha enfrentado resistencia en torno a los 1.865 dólares, con algunos inversores tomando ganancias después de dos días muy positivos para el metal amarillo, respaldado por la aversión al riesgo y los comentarios moderados de la Reserva Federal.
En un contexto más amplio, las bolsas europeas mostraron un fuerte repunte el martes, gracias a los comentarios moderados de los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos y la disminución de los precios del petróleo, lo que ayudó a calmar a los inversores.
No obstante, el conflicto militar en Oriente Medio sigue siendo una fuente de preocupación para los inversores, y se suma a la incertidumbre relacionada con la temporada de resultados empresariales y los datos clave del índice de precios al consumo de Estados Unidos que se publicarán el jueves, los cuales podrían ofrecer más claridad sobre las futuras decisiones de la Reserva Federal.
El vicepresidente de la Fed, Philip Jefferson, y la presidenta de la Fed de Dallas, Lorie Logan, destacaron el lunes que el reciente aumento en los rendimientos podría reducir la necesidad de nuevas alzas en las tasas de interés.
Por otro lado, el rendimiento de referencia del Tesoro a 10 años se situó en un 4,6737%, lo que disminuyó el atractivo de los activos sin rendimiento, como el oro.
En cuanto a otros metales preciosos, la plata al contado experimentó una caída del 0,8%, ubicándose en 21,72 dólares la onza, el platino bajó un 0,3% a 883,30 dólares y el paladio cayó un 0,8% a 1.131,16 dólares.