En el corazón de Cajamarca, a 45 kilómetros de la capital regional, se ubica Michiquillay, uno de los depósitos de cobre más grandes del mundo aún por desarrollar. Con reservas estimadas en 2,288 millones de toneladas métricas y una ley de 0.63%, este proyecto se perfila como pieza clave para la transición energética global y será protagonista del Congreso Minero del Norte del Perú–NORMIN 2025, a realizarse en octubre.
El evento, liderado por Roque Benavides, reunirá a autoridades, empresas y comunidades bajo el lema “Minería que reactiva regiones”. Según el empresario, “las regiones de Cajamarca, Piura, Lambayeque y La Libertad concentran el 37% de las inversiones que forjarán el futuro minero peruano”. De hecho, la macroregión norte alberga proyectos por US$ 23,600 millones, lo que la convierte en el nuevo epicentro de la minería nacional.
Michiquillay, con una inversión prevista de US$ 2,500 millones y una vida útil proyectada de 25 años, representa más que una operación extractiva: es una apuesta por diversificar la economía regional, generar miles de empleos y potenciar el canon minero. Benavides recalca que el impacto trasciende lo económico, ya que “sienta las bases para la diversificación productiva, impulsa la educación, promueve infraestructura y exige sostenibilidad y respeto comunitario”.
El proyecto, hoy en etapa conceptual bajo la operación de Southern Perú Copper Corporation (Grupo México), ya obtuvo la conformidad a su primer informe técnico sustentatorio del Estudio de Impacto Ambiental. No obstante, aún debe superar retos regulatorios y de viabilidad técnica antes de iniciar su construcción.
La oportunidad llega en un contexto global que demanda minerales obtenidos bajo estrictos estándares ESG. El cobre, esencial para las energías renovables, la electrificación y la transformación digital, coloca a Perú en una posición estratégica. “El país puede convertirse en actor de primera línea en esta revolución tecnológica”, subraya Benavides, resaltando que Cajamarca está llamada a liderar una minería moderna, responsable y sostenible.
NORMIN 2025 se perfila así como un espacio clave para consolidar este potencial, reunir a los principales actores del sector y promover el papel del norte peruano en la nueva economía mineral.