Con una proyección de convertirse en la principal productora de cobre del país para 2026, la mina Las Bambas podría marcar un hito para la industria minera peruana, en un contexto de auge impulsado por la transición energética global y precios internacionales elevados. El economista Elmer Cuba, socio de Macroconsult, destacó este panorama durante su participación en el Jueves Minero del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), aunque también advirtió sobre los desafíos que amenazan con frenar este avance.
Según Cuba, Las Bambas —ubicada en Apurímac— tiene una pendiente de crecimiento envidiable que, una vez superadas las paralizaciones y conflictos sociales que la han afectado en años recientes, le permitiría superar en producción a gigantes como Antamina y Cerro Verde. “Una vez resueltos los problemas de paralización, la producción de Las Bambas muestra un ritmo que podría colocarla como líder en 2026. Sería un hito positivo para el país”, afirmó.
Este avance, según explicó, se insertaría en un contexto general de expansión minera que permitiría al Perú alcanzar un récord histórico de producción de cobre en 2025. Con la participación clave de operaciones como Antamina, Cerro Verde y Southern, se proyectan exportaciones mineras por encima de los US$60.000 millones, consolidando al cobre como el principal generador de divisas para la economía nacional.
Sin embargo, Cuba subrayó que este ciclo favorable no está exento de riesgos. Entre los más preocupantes mencionó la tramitología que frena la ejecución de nuevos proyectos y el crecimiento de la minería informal, que ya representa la mitad de las exportaciones auríferas del país. “Si queremos que este boom sea sostenible, necesitamos agilizar los trámites y combatir la informalidad. El Perú no puede darse el lujo de autoimponerse trabas en su sector más competitivo a nivel mundial”, enfatizó.
En medio de estas luces y sombras, Las Bambas encarna tanto el potencial como los retos de la minería peruana actual. Su crecimiento podría convertirse en símbolo de una nueva etapa para el sector, siempre y cuando se aborden con decisión los cuellos de botella que siguen restando competitividad al país en uno de sus rubros más estratégicos.