La Corte Suprema emitió una nueva Casación que marca un precedente en el ámbito de la minería al establecer que la amortización de los gastos de desarrollo y preparación no debe ser lineal, desafiando así la postura sostenida por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat).
En el sector minero, las empresas tienen la posibilidad de deducir sus gastos de desarrollo de la base imponible del Impuesto a la Renta (IR) durante el período en el que fueron generados, así como por dos años adicionales.
Hasta ahora, la Sunat sostenía que las mineras debían aplicar una amortización lineal, distribuyendo sus gastos de manera uniforme en cada uno de los años comprendidos. Sin embargo, los contribuyentes argumentaban que deberían tener la libertad de aplicar sus gastos según su conveniencia.
Según Katarzyna Dunin-Borkowski, directora de PricewaterhouseCoopers, la Sunat aplicaba la amortización lineal por razones de oportunidad, con el objetivo de tener claridad sobre los ingresos que obtendría por concepto del IR. Sin embargo, la Corte Suprema señala que la Ley General de Minería no establece un método específico para la amortización de los gastos de desarrollo y preparación, y que los contribuyentes son libres de elegir la forma de amortización, respetando el periodo máximo de dos años adicionales establecido por la ley.
Este fallo de la Corte Suprema fortalece la promoción de la actividad minera, ya que permite una mayor flexibilidad en la amortización de los gastos y contribuye a la atracción de capitales. Percy Bardales, socio de EY Perú, destaca que esta decisión es relevante para la industria minera, donde las inversiones son significativas. Bardales afirma que, pese a la interpretación anterior de la Sunat, los contribuyentes ya venían tratando de amortizar sus gastos de manera no lineal.
El efecto de este fallo de la Corte Suprema no solo beneficia a las empresas mineras al permitirles una mayor optimización de sus recursos, sino que también impulsa la inversión en el sector al proporcionar un marco tributario más favorable y atractivo para los inversionistas.