Debido a la creciente demanda de energías limpias, la producción de litio en Australia continúa en ascenso.

En un panorama mundial donde los combustibles fósiles están siendo reemplazados poco a poco por la energía limpia, el Gobierno australiano prevé que sus exportaciones de litio alcancen los 13 000 millones de dólares para junio de 2028. De esta manera, se ha pronosticado que, tanto el litio como el cobre, serán las únicas dos de las 12 principales exportaciones de energía y metales que conservarán o aumentarán sus precios en el mercado.

Así pues, el sector del litio de este país se encuentra preparado para igual en importancia al carbón térmico durante los próximos cinco años. Por tal, se pronostica que los envíos de carbón de las centrales eléctricas presenten una reducción del 71 % a lo largo de este mismo lapso de tiempo.

En la actualidad, Australia se ha consolidado como el más grande exportador del denominado “oro blanco”; asimismo, se posiciona como el segundo mayor proveedor de carbón térmico a nivel internacional. En consecuencia, tanto el sector energético como el minero son dos de los pilares más sólidos que sostienen la economía de este país, pues representan casi el 14 % de su producción económica total.

Por otro lado, aunque resulta improbable que los precios del litio alcancen los altos niveles presentados en 2022, se espera que su mayor producción permita que este metal, empleado en la fabricación de baterías y automóviles eléctricos, se convierta en la quinta exportación más grande a nivel mundial, llegando a igualar al carbón térmico.

La mina de litio más grande del mundo

Greenbushes, una mina ubicada en Australia Occidental, es la fuente de litio más grande y productiva del mundo. Sus reservas se calculan en más de 100 millones de toneladas de espodumeno, un mineral rico en litio.