Las compañías de este sector sólo ocupan el 1.4 % del territorio nacional, mientras que actualmente el 40.7 % de la superficie del país se encuentra restringida para la minería.
De acuerdo a las cifras del reporte de minería del Ministerio de Energía y Minas (Minem) de febrero de este año, actualmente existen 11 320 zonas que han sido declaradas restringidas para la actividad minera en el país, cifra que equivale a más de 52 millones de hectáreas (ha) y representa el 40.7 % de todo el territorio nacional.
En 2022, las zonas que habían sido registradas como restringidas para este sector sumaban un área total de 44.9 millones de ha, equivalente al 35 % de la superficie total del Perú. En consecuencia, en el periodo de un año, la superficie prohibida para el desarrollo de la minería se incrementó en 7.3 millones de ha.
Cabe resaltar que, antes de la pandemia, en el año 2019, el territorio prohibido para desarrollar actividades de exploración o explotación minera sumaba un total de 38.5 millones de ha; es decir, 30.01 % del territorio peruano. A partir de estos datos se puede comprobar que en el lapso de cuatro años la superficie de áreas prohibidas se elevó en 14 millones de ha.
El incremento del territorio restringido se debe principalmente a la creación de nuevas categorías de zonas intangibles, dentro de las cuales se han declarado como ecosistemas frágiles determinadas zonas del Perú.
Así pues, durante un periodo de tres años se han declarado 188 zonas como ecosistemas frágiles, se han reconocido cinco reservas indígenas, se han creado dos reservas territoriales, se han añadido 146 nuevas zonas arqueológicas y se han incorporado 582 concesiones forestales. Todas estas zonas constituyen superficies intangibles protegidas por el Estado.
Para el director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Miguel Cardozo, en algunos casos la declaración de zonas restringidas está justificada, como cuando se trata de zonas ambientalmente muy sensibles; no obstante, en otros casos, la prohibición del uso de territorios para la minería no tiene sustento, lo cual, según el ejecutivo, representa un exceso que podría perjudicar el aprovechamiento del potencial minero que posee el Perú.
