Según Goldman Sachs, el crecimiento en el uso de vehículos eléctricos (VE) es un factor fundamental para el aumento en la demanda de cobre. Se estima que la demanda del metal en el sector ascenderá a 1 millón de toneladas este año y se espera que alcance los 1,5 millones de toneladas en 2025.
El cobre, debido a su alta conductividad y ductilidad, es un material ideal para la transformación y transmisión de energía eléctrica en los vehículos eléctricos, según informó el banco en un comunicado emitido el miércoles.
En el año pasado, la producción de vehículos eléctricos representó aproximadamente dos tercios del aumento en la demanda mundial de cobre. Se estima que estos automóviles serán responsables de alrededor del 27% del consumo adicional de cobre en la próxima década.
Goldman Sachs señaló que sus analistas son optimistas sobre las ventas de vehículos eléctricos en China, impulsadas por precios más bajos y una alta demanda acumulada a lo largo de 2023.
A pesar de la caída de los precios del cobre en el segundo trimestre de 2023 en la Bolsa de Metales de Londres (LME) debido a la lenta recuperación de la demanda en China y las preocupaciones por el crecimiento económico mundial, se espera que la demanda de cobre se mantenga en aumento debido a la electromovilidad.
Sin embargo, a largo plazo, se espera que el uso de cobre en los vehículos eléctricos disminuya, ya que se proyecta que la cantidad de metal utilizado por cada unidad caiga a 65 kg en 2030, en comparación con los 73 kg utilizados en 2022, según las estimaciones del banco.