Una ola de inversiones sin precedentes está transformando el panorama económico de América Latina y el Caribe, donde los promotores de proyectos han comprometido US$ 2,24 billones en seis sectores clave, de acuerdo con un reciente informe de BNamericas. Esta suma abarca 16.872 desarrollos en etapas tempranas, valorados en US$ 1,84 billones, y otros 5.678 proyectos actualmente en construcción por US$ 401.000 millones.
El ritmo de avance es sostenido: tan solo este trimestre se espera que 511 proyectos, con una inversión combinada de US$ 190.000 millones, pasen a una nueva fase. En el tercer trimestre, otros 345 proyectos por US$ 125.000 millones seguirán ese mismo camino. La actividad será aún mayor en el cuarto trimestre, con 700 proyectos por un total de US$ 294.000 millones. Y en los primeros meses del próximo año, se proyecta el avance de 297 iniciativas adicionales, que representan US$ 82.400 millones en capital.
La infraestructura concentra la mayor parte de la inversión, con US$ 876.000 millones repartidos en 6.021 proyectos, todos aún por entrar en operación. Le siguen la energía eléctrica (US$ 753.000 millones en 10.709 proyectos), petróleo y gas (US$ 499.000 millones en 2.083), minería (US$ 306.000 millones en 1.851), recursos hídricos (US$ 233.000 millones en 2.234), tecnologías de la información y comunicación (US$ 45.700 millones en 111) y petroquímica (US$ 12.000 millones en 8).
BNamericas monitorea actualmente 28.631 proyectos en total en la región, incluyendo los que ya están operativos, con una inversión agregada que asciende a US$ 3,21 billones. De ese universo, 352 iniciativas en desarrollo o construcción operan bajo contratos de concesión, y representan inversiones por US$ 87.000 millones.
En cuanto a las iniciativas individuales de mayor peso, el canal interoceánico de Nicaragua lidera con una proyección de US$ 50.000 millones, aunque su construcción aún está pendiente. Le siguen el Green Energy Park Piauí en Brasil (US$ 35.200 millones), el proyecto Argentina LNG de YPF (US$ 30.000 millones), y el ferrocarril interoceánico de Honduras (US$ 20.000 millones). También destacan el tren México–Nuevo Laredo (US$ 19.900 millones), el tren eléctrico de carga en Ecuador (US$ 17.800 millones) y el complejo H2 Magallanes en Chile (US$ 16.000 millones).
Por número de proyectos, la empresa estatal mexicana CFE —a través de su división de distribución eléctrica— encabeza el listado regional con 794 iniciativas. Le siguen la compañía argentina AySa (agua y saneamiento) con 241, la Dirección Nacional de Gestión de Infraestructura del Transporte de Argentina (DNGIT) con 227, y la brasileña Pacto Energia con 175.
Este escenario de alta inversión posiciona a la región como un eje dinámico para el desarrollo económico, impulsado por la expansión de sectores estratégicos y el fortalecimiento de la infraestructura regional.
