El proyecto minero El Algarrobo, liderado por Buenaventura, tiene una meta ambiciosa: producir 15 mil toneladas diarias de cobre, plata y zinc. Raúl Benavides, director de minas Buenaventura, anunció esta propuesta en una entrevista con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), destacando que la magnitud del proyecto ha captado el interés de grandes actores de la industria, como Antofagasta PLC, que se ha unido al accionariado de la compañía.
Este yacimiento, conocido anteriormente como B-5 y hoy renombrado como El Faique, se encuentra a 11 kilómetros al sur de Tambogrande, Piura, y tiene una profundidad que varía entre 400 y 800 metros. El desarrollo de este depósito, que incluye la construcción de un pique de 800 metros, presenta importantes retos técnicos y económicos. Sin embargo, Benavides resaltó que, a pesar de los desafíos, Buenaventura está comprometida con su avance.
Para acelerar los beneficios del proyecto, Buenaventura ha decidido enfocar esfuerzos en la explotación del yacimiento TG-3, ubicado debajo del río Piura, que tiene características similares a El Faique, pero a menor profundidad. Este enfoque permitirá no solo una operación más rápida, sino también la implementación de programas sociales en las comunidades cercanas, como el suministro de agua para la agricultura en Locuto, desde las fases iniciales de exploración.
El proyecto TG-3, presentado como iniciativa privada por ProInversión en 2018, ha sido clave para la expansión de Buenaventura en el mercado cuprífero, incluso antes de la pandemia. Benavides señaló que, aunque tanto TG-3 como El Faique requieren más perforaciones para convertir los recursos minerales en reservas, la información obtenida en exploraciones previas ofrece una sólida base para planificar una planta de flotación que pueda procesar hasta 15 mil toneladas diarias.