El Perú destaca por su riqueza en un recurso energético fundamental para la transición hacia fuentes más limpias: el gas natural. Proveniente de la región de Camisea, en Cusco, el Gas Natural Vehicular (GNV) se ha consolidado como un aliado clave tanto para los transportistas como para el medio ambiente. Reconocido como un combustible «eco-amigable», el GNV emite un 25% menos de dióxido de carbono (CO2) en comparación con la gasolina y un 150% menos en comparación con el diésel.
Expertos destacan la notable limpieza de esta fuente de energía, ya que no solo genera menos emisiones de CO2 por kilómetro recorrido, sino que también produce cantidades mínimas de azufre, mercurio y otras partículas. Esta característica la posiciona como una alternativa clave para combatir el calentamiento global, reducir el efecto invernadero y mejorar la calidad del aire.
La masificación del GNV se vuelve esencial, y empresas como PRIMAX están liderando este camino mediante la implementación de gasocentros en todo el país. En la actualidad, PRIMAX ha consolidado su posición como la red más extensa de GNV en el Perú, con 66 estaciones estratégicamente ubicadas en Lima, Cusco, Nazca, Piura, Lambayeque y Huarmey-Áncash.
La construcción de un gasocentro implica la creación de almacenes con tanques criogénicos para almacenar el Gas Natural Licuado (GNL). Este GNL se vaporiza mediante equipos instalados en la estación, transformándolo en Gas Natural Seco (GNV). La distribución se logra a través de una red interna de ductos que llegan al surtidor de carga, asegurando un suministro listo y eficiente para los vehículos.
Yuri Proaño, Country Manager de PRIMAX en Perú, expresó su orgullo por contribuir a llevar una energía más limpia a un mayor número de peruanos. En sus palabras, «estamos dinamizando el uso de un combustible más eficiente y amigable con el medio ambiente. Nuestro compromiso es ser una empresa líder que transforma el mercado peruano y hace la vida más fácil a nuestros clientes».