El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) ha revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento para la inversión privada en el país. La caída, que inicialmente se estimaba en un 0,5% en marzo, ha aumentado al 2,5% en junio. Sin embargo, se mantiene una previsión de crecimiento del 1,8% para el año 2024.
La disminución se debe a la lenta recuperación de la confianza empresarial y a un menor nivel de ejecución de la inversión minera durante este año, según el informe más reciente del BCRP sobre la inflación.
El presidente del BCRP, Julio Velarde, señaló que se espera una caída del 18,9% en la inversión minera y del 0,5% en la inversión no minera en 2023.
Sin embargo, Velarde destacó que estas cifras aún no alcanzan la magnitud de los desembolsos registrados en el tercer trimestre del año pasado. «Este año esperamos una inversión minera de casi US$4.700 millones, pero en gran medida son inversiones en minas ya existentes para mantener la producción», puntualizó.
Estas previsiones del BCRP coinciden con los datos del Ministerio de Energía y Minas (Minem), que informó que en el primer cuatrimestre del año la inversión minera acumuló US$1.170 millones, lo que representa una reducción del 19,2% en comparación con el mismo período de 2022 (US$1.448 millones).
Entre las compañías con mayores desembolsos se encuentran Compañía Minera Antamina S.A. (US$147 millones), Anglo American Quellaveco S.A. (US$126 millones), Southern Perú Copper Corporation (US$116 millones) y Minera Yanacocha S.R.L (US$77 millones), que en conjunto representan el 39,8% de la inversión minera ejecutada a nivel nacional hasta abril.
Los rubros de infraestructura (US$298 millones) y planta (US$285 millones) fueron los que recibieron los mayores desembolsos, con una disminución del 12,7% y el 24,6% respectivamente. Los subsectores de equipamiento (+34,1%) y exploración (6,8%) tuvieron cifras positivas.
El exministro de Economía y Finanzas Kurt Burneo destaca que las bajas expectativas empresariales son el principal factor que impulsa el desempeño negativo de la inversión privada en el país. Por otro lado, el exministro Luis Miguel Castilla enfatiza que la lenta recuperación de la confianza empresarial, la caída en la inversión minera y las dificultades en el destrabe de proyectos de infraestructura también afectan las inversiones del sector privado.
El fenómeno de El Niño Global y los conflictos sociales también se consideran factores que impactan negativamente en la inversión privada. Las inundaciones y lluvias torrenciales dificultarán el despliegue de proyectos de infraestructura, y los conflictos sociales afectarán a sectores clave como el comercio, el turismo y la minería.
La reducción en la inversión privada tiene consecuencias en el empleo y la pobreza. Diego Macera, director del Instituto Peruano de Economía (IPE), señala que más de la mitad de la caída en la proyección del PBI para 2023 se explica por la disminución en la inversión privada. Además, el aumento del subempleo y el empleo precario afecta el bienestar de millones de peruanos.
Aunque las expectativas empresariales a 12 meses muestran un panorama más optimista, la situación política del país seguirá siendo un factor determinante en el dinamismo de las inversiones sectoriales. La flexibilización del marco normativo y el impulso de inversiones a través de mecanismos como obra por impuestos (OxI) y asociaciones público-privadas (APP) son considerados importantes para fomentar la inversión privada.
En resumen, la inversión privada en Perú ha experimentado una caída y las proyecciones se han ajustado a la baja debido a la lenta recuperación de la confianza empresarial y la disminución en la inversión minera. Factores como El Niño Global y los conflictos sociales también impactan negativamente en la inversión privada. La reducción en la inversión tiene repercusiones en el empleo y la pobreza en el país.