Ambos proyectos, ubicados en la región Cajamarca, suman una inversión total de USD 2 694 millones.

De acuerdo con los señalado por el CFO de Southern Perú, Raúl Jacob, durante su participación en el evento virtual organizado por Rumbo a Perumin, de llegar a concretarse, los proyectos Michiquillay, de propiedad de Southern Perú, y Tantahuatay, socio con Buenaventura, podrían registrar una producción de más de 1 millón de toneladas de cobre anualmente.

Asimismo, durante su exposición denominada “Macroregión norte: Tumbes, Cajamarca, Piura, La Libertad y Lambayeque – competitividad y sostenibilidad, tarea de todos”, el ejecutivo señaló que en las regiones del país donde está presente la actividad minera siempre se van a generar recursos; no obstante, está en manos de los actores sociales gestionarlos de la manera más conveniente para beneficiar a la población.

En tanto, la puesta en marcha de ambos proyectos que se encuentran ubicados en Cajamarca y cuya inversión total asciende a USD 2 694 millones, podría representar una notable inyección económica para esta región; ya que impulsaría su desarrollo, generando más puestos de trabajo y la creación de diversos programas sociales.

En otro momento de su ponencia, Raúl Jacob destacó que los índices estadísticos del sector educación son más elevados en las regiones donde operan las compañías mineras, ubicándose en los primeros lugares a nivel de todo el territorio nacional.

«Los casos de Moquegua y Tacna son bastante relevantes. Dichas regiones se encuentran en el primer y segundo lugar en las áreas de lógico matemática; es decir, razonamiento matemático, álgebra, geometría, entre otros. Esto se debe a la calidad de educación que reciben los estudiantes en los campamentos mineros. Eso es, sin duda alguna, un gran aporte para el país y permite seguir mejorando la educación a nivel nacional», puntualizó Jacob.